Miami
Llegamos
cerca de la medianoche a Miami luego de viajar en 2 aviones. Para tomarnos
estos vuelos nos vestimos lo mejor que pudimos de acuerdo a nuestra
indumentaria mochilera porque teníamos un poco de miedo de tener problemas en
migraciones de EEUU por varias
experiencias escuchadas. Como era el
último vuelo del día no había demasiada gente en el aeropuerto y enseguida
formamos las filas para que nos sellaran el pasaporte. Unos minutos más tarde
estábamos con el agente de migraciones quien demoró como mucho un minuto en
sellarnos el pasaporte. Finalmente, y a
pesar de nuestras preocupaciones, entramos a EEUU.
Fuimos
directo a alquilar un auto que según nos habían dicho era mucho más barato y
rápido que tomar el transporte público. Preguntamos en varias agencias y
realmente no nos pareció para nada accesible asi que salimos a tomarnos un taxi
para llegar al hotel. Como sabíamos que llegábamos bastante tarde preferimos quedarnos
esa noche en un hotel y al día siguiente quedarnos en la casa de la familia argentina
que nos había invitado. Preguntamos al taxista cuanto nos salía hasta el hotel
y nos contestó con una cifra sorprendente! Nos miramos con el Tata y le dijimos
a este señor que estábamos bastante cerca del hotel y que nos parecía un poco caro. El taxista nos
dijo que estábamos confundidos y que estábamos muy lejos del hotel a donde
queríamos llegar. Resultó que habíamos llegado a un aeropuerto que estaba en la
otra punta del que pensábamos que llegaríamos. Decidimos tomarnos el taxi y al
día siguiente ver si conseguíamos un lugar mas barato para alquilar un auto.
El hotel
estaba muy bien y fue unos de los más cómodos en donde nos hemos alojado hasta
el momento.
Nos
despertamos a la mañana siguiente, fuimos a hacer el check out y a preguntar
por alguna agencia que alquilara autos. Para sorpresa nuestra casi todas las
personas del lugar hablaban español y un señor del hotel se ofreció a llevarnos
hasta el otro aeropuerto que si quedaba muy cerca del hotel para que
alquiláramos ahí un auto ya que parecía que allí nos podía salir más barato. Mientras nos ubicábamos dentro del aeropuerto una pareja de colombianos
se nos acercó para preguntarnos por nuestro viaje porque habían visto las
banderitas que llevamos pegadas en la mochila.
Cuando llegamos al mostrador de la agencia de alquiler de autos preguntamos por el más barato y la vendedora nos indicó que lo más barato para alquilar en ese momento era nada más y nada menos que un Mustang último modelo! Subimos a nuestro autito y nuestras caras denotaban una mezcla incredulidad y felicidad.
Ese día
recorrimos en el auto un poco de la ciudad e hicimos una pequeña caminata por Lincoln Road entre su exquisita
arquitectura y edificios art decó. Todo el lugar está lleno de arte y es el
sitio donde un artista brasilero (Britto) tiene su galería de arte y todos sus
diseños andan dando vuelta por Miami. Lo bueno de su arte es que cualquiera
puede entenderla y además es muy vistosa y alegre.
Como a las 18.30 llegamos a la casa de Mike, Alejandra y su hijo Francisco, la familia argentina que nos alojaría esa noche. Ellos vieron nuestro perfil en una red de viajeros (Couchsurfing) y nos invitaron a quedarnos. Pero sólo podíamos compartir esa noche porque previamente nos habían invitado una pareja joven de Miami a su casa. Las pizzas ya estaban listas cuando entramos a la cálida casa y conversamos hasta bastante tarde sobre varios temas. Su pequeño perrito era adorable y me encantó tenerlo largo rato en mi falda.
Por la
mañana desayunamos juntos y Mike se ofreció a hacernos de guía en su camioneta
y nosotros lo seguiríamos en el auto hasta un outlet para comprar unas camperas
de abrigo que nos hacen falta para cuando lleguemos a China. Nos hubiera gusta
quedarnos más tiempo con ellos pero igual disfrutamos muchísimo de poder compartir
al estilo argentino las horas que permanecimos a su casa.
El oulet no
tenía lo que buscábamos y nos fuimos en el auto a seguir recorriendo un poco
más de Miami. Como a las 18.00 hs debíamos devolver el auto y nos
encontraríamos con Benjamin y Heather, la pareja de Miami, en el mismo
aeropuerto. Como esa noche iríamos a Little Habana a una reunión de Couchsurfing me fui al baño del aeropuerto a cambiarme de ropa. Fue un poco difícil
sacar y ponerme la ropa en esa cubículo tan pequeño mientras trataba de
encontrar la ropa adentro de la mochila. Felizmente lista fui en busca del Tata
que ya estaba en compañía de Benjamin. Unos minutos mas tarde apareció Heather
en el auto y los cuatro salimos para Little Habana.
Little
Habana esta lleno de latinos y realmente no parece EEUU, se escucha salsa
por todos lados y te sirven mojitos en cualquier puestito de calle. Nuestros
increíbles anfitriones hablaban en ingles asi que nos dispusimos a practicar
nuestro inglés por algunos días. Benjamin es súper simpático y le encanta
organizar eventos para que sus invitados disfruten y Heather vive en un estado
de felicidad continuo! Entre los dos forman una pareja maravillosa.
Durante los 5 días que nos quedamos en su casa no sólo pude mejorar mi inglés sino que compartimos nuestros días con varios amigos de ellos. Un día hicieron una fiesta en su departamento y cada pareja debía llevar una comida y luego se elegirían las mejores con el primer y segundo premio. Comenzamos la fiesta en la pileta del predio donde está el departamento y después disfrutamos de los diferentes sabores que cada pareja había preparado. Nosotros hicimos unas empanadas que eran parte de la receta de mi mamá y parte de la receta de la abuela del Tata. Como no podía ser de otra manera ganamos el primer puesto!! Cuando nos enteramos saltamos de la alegría! También fuimos a la playa al día siguiente y el Tata pudo hacer un asado bien argentino que todos disfrutamos chupándonos los dedos. Por suerte tuvimos la oportunidad de cocinar comidas argentinas porque Miami está lleno de tiendas latinas. Heather y Bemjamin no sólo nos alojaron en su casa si no que nos mostraron como vivían y nos hicieron entrar en su vida lo cual denota su gran generosidad.
Benjamin le decía “jamón” al Tata porque cuando yo lo llamaba por “amor” a Benjamin le sonaba como “jamón”, asi que andaba todo el día diciendo “che jamón”. Nos costó bastante despedirnos de ellos y de Miami porque sinceramente nos sorprendió la amabilidad de toda la gente en las calles, los negocios o los subtes. Ahora nos tocaba rencontrarnos en Washington con nuestra querida amiga Christy que habíamos conocido unos meses atrás en la Amazonía de Ecuador.
Washington
Benjamin
nos llevo hasta la estación de trenes para tomarnos uno hasta el aeropuerto. La
despedida fue bastante emocionante para nosotros. Demoramos un rato largo en
llegar hasta la parada del aeropuerto y aproveché ese momento en el tren para
pensar un poco. Aprovecho los viajes en distintos medios de locomoción para
pensar, analizar y poner en claro algunas cosas que están dando vuelta en mi
cabeza. Ese día se me dio por pensar en
mis afectos y me di cuenta que las personas que quiero me atan a esos
lugares donde he vivido y de alguna manera ocupan muchas horas en mis pensamientos. Creo que
siempre he sido una persona algo controladora y, porque no, un poquito
sobreprotectora con todos mis afectos y eso hace que necesite estar pendiente
de todo y todos y la distancia hace esto un poco difícil. Supongo que todos
tenemos nuestras debilidades e inseguridades y creo que siento miedo de que la
gente se de cuenta de que ya no me necesita y supongo que una de las cosas que
debo aprender en el viaje es a sentirme más segura de mi misma porque es claro
que el problema está en mi y no en el resto de la gente. Por otro lado, no es
bueno que nadie dependa de nadie si no que nos ayudemos entre todos a aprender
a ser mejores personas.
El vuelo
estuvo muy bien y después de dos subtes llegamos a la ciudad de Washigton.
Enseguida nos sorprendimos por la hermosura del lugar. Las calles, casas y
edificios son muy ordenadas, limpias y tranquilas y en la zona donde vive
nuestra amiga Christy las casas son muy al estilo inglés, de frente angosto, de
ladrillo y con una escalera que lleva hacia la puerta de entrada.
Esperamos
unas 3 horas hasta que se hicieran las seis de la tarde para encontrarnos en la
puerta del edificio donde vivía Christy. La encontramos sentada en la puerta
principal de complejo y los tres nos abrazamos fuerte al vernos. Subimos al
departamento, que ella llamaba “caja” porque era bastante chiquito, y nos
alegramos de ver que era muy lindo y luminoso. Nos contó que unos días antes de
que llegáramos un vecino que se mudaba le regaló el sommier donde dormiríamos
nosotros y la mesa de luz. Ahora está viviendo en Washigton porque está
haciendo un posgrado que terminará el año entrante en Costa Rica. Desde ese día y por los 4 siguientes nos llamamos “compañeros de caja”.
La ciudad está llena de monumentos y edificios imperdibles de la historia estadounidense. El segundo día fuimos a la Casa del Templo de los Masones (pudimos ver que es bastante común y abierto el tema de la masonería en EEUU, de hecho muchos de sus presidentes y personajes históricos han sido masones como por ejemplo George Washigton), la Casa Blanca, el Obelisco, el Monumento de los Caídos en la Segunda Guerra mundial, el Monumento a Lincoln, el Homenaje a los Caídos en la Guerra de Vietnam y el Homenaje a Tomas Jefferson.
Al otro día fuimos al museo del Holocausto, que por cierto me dió mucha impresión y por lo tanto no lo pude ver por completo, y como me sentía un poco mal por tanto calor y todo
lo que habíamos caminado, fuimos al Capitolio pero lo vimos ese día sólo por
fuera.
Cerca del mediodía del día siguiente llegamos la Catedral Nacional de Washington que es muy impresionante pero sinceramente lo
por lo que nosotros íbamos era por una gárgola con la cara de Darth Vader.
Aunque parezca raro allí estaba, un poco alto, pero estaba. Al parecer esta
gárgola y otras bastante singulares como una niña con colitas de caballo y un mapache estan por un concurso para niños que debían plasmar la maldad en un rosto y
esos fueron los ganadores que lucen sus trabajos en esta catedral. Después entramos al Capitolio ya que no lo habíamos visto el día anterior.
Una de las
noches invitamos a cenar con nosotros a una amiga, Olimpia, que habíamos
conocido en Panamá y estaba en Washigton visitando a sus padres. Los 4 la
pasamos muy bien esa noche caminando por diferentes zonas de la ciudad.
Washigton
no sólo nos sorprendió por su hermosura si no por la calidez de su gente que no
reparaba en frenarse en la calle a ayudarnos a ubicarnos. Nuestra “compañera de
caja” hizo de nuestra estadía una de las mejores vividas.
New York
Ese día nos
despedimos de Christy y nos tomamos un bus hacia New York que demoró unas 4
horas mas o menos. La verdad que nos costó bastante conseguir a alguien que nos
alojara en esta ciudad ya que hay demasiadas personas solicitando alojamiento
en esta zona. Por suerte Roger, nuestro anfitrión en Panamá, nos recomendó con
Alliah que vive en el Bronx. La primer noche que estuvimos en la gran ciudad nos
hospedamos en un hotel porque Alliah no podía recibirnos ese día. Como al otro
día íbamos a recorrer un poco de Manhattan
y no podíamos llevar las mochilas a cuestas, decidimos buscar un hotel
en esa zona. Lo más barato que pudimos encontrar fue un hotel bastante mas caro
de lo que podemos pagar pero bueno, era sólo una noche y además era una buena
oportunidad para disfrutar un poco de la privacidad después de alojarnos en
tantas casas y disfrutar de las comodidades de la habitación. Nos dimos un baño
bastante largo con bañera y todo. Aunque nunca me había pasado ese día no se
como me resbalé en la ducha y me golpeé un poco fuerte la espalda. Por suerte
el Tata no estaba muy lejos para ayudarme y cuando me agarró en el piso los dos
no pudimos parar de reírnos! Afortunadamente no paso nada. Nos dimos un masaje
relajante, sobre todo en nuestros pies cansados de tanta caminata.
Como a las
diez de la noche salimos a recorrer Time Square y todo estaba impactantemente
iluminado, con grandes publicidades que brillaban sin cesar y hacían sentirte
casi insignificante. Debo reconocer que las grandes ciudades no son mi estilo y
parece que succionaran toda mi energía. Caminando por esas calles tan llenas de
gente, luces, autos, taxis, negocios y edificios gigantescos me invadió una
profunda sensación de soledad. Pensaba que solas se ven las personas perdidas
entre tantas cosas e inmensidad. Todas las grandes ciudades en algún punto me llenan de
un sentimiento hondo de impersonalidad.
Al día
siguiente nuestra parada fue donde en algún momento existieron las Torres
Gemelas y donde ahora se construyen nuevos edificios. Es un poco triste
recordar semejante tragedia pero es inevitable hacerlo cuando uno se para en
ese lugar. También pasamos por una iglesia muy antigua que estaba justo en
frente con su cementerio a un lado en medio de la ciudad. Los edificios de Wall
Street son arquitectónicamente bellos y variados en sus formas.
Comimos en
un carrito de la calle en donde, por supuesto, se hablaba español y más tarde
salimos para la casa de Alliah. Tocamos la puerta y nos atendió George que
también se quedaría por unos días en la casa. En la zona donde vive Alliah viven principalmente latinos y negros y cualquiera pensaría que es peligroso por la mala fama que le ha hecho Hollywood al Bronx, pero sinceramente es un lugar muy seguro y lo bueno para nosotros es
que casi todos hablan español.
En el departamento de Alliah vivía una extraña mujer que lo único que hacía era permanecer encerrada en su cuarto transcribiendo textos cristiano del latín al inglés. Nuestra anfitriona nos contó que hacía ya 9 años que vivía con ella pero que no la veía mucho y que ni intentáramos hablar con ella porque es muy antisocial. Nuestro compañero George era un personaje total que no paraba de hablar de él mismo una y otra vez. Tenía una especie de obsesión con la ropa y con la plata. El sólo usaba una marca de ropa y te comentaba cuanto le había salido cada prenda. Una noche nos tuvo despiertos hasta la una de la mañana debatiendo que ropa usaría al día siguiente.
Esos días
en New York fueron intensos y recorrimos muchísimos lugares interesantes como
el Puente de Brooklin, el Barrio Chino, Little Italy, Manhatan, Soho, el Empire
State y hasta un famoso bar de una conocida serie de televisión. Alliah nos consiguió
entradas par ir a una noche brasilera a bordo de un crucero. Cuando llegamos
nos dio un poco de vergüenza porque nos pareció no estar vestidos acorde con
respecto a las demás personas pero igual entramos. Cuando ya caía el sol casi
por completo el crucero salió. Nosotros estábamos sentados en la punta
delantera del barco y pudimos disfrutar de las imponentes luces de los
edificios a nuestro alrededor. Las luces eran miles y la cantidad de edificios
incontables. En el cielo aparecían como cientos de estrellas fugaces las luces
de los aviones. Como a una media hora de emprender el recorrido llegamos a la
Estatua de la Libertad y verla de noche fue increíble. Más tarde bajamos donde
la gente estaba bailando y después de un show de bailarinas de samba disfrutamos
un poco bailando hasta que el barco atracara en tierra.
Otra de las noches asistimos a un show de tango. La violinista era rusa y el pianista argentino. Mientras tocaban en Argentina ocurría una manifestación en contra de nuestro gobierno sumamente autoritario y de medidas populistas para tratar de hacerse oír. Mientras escuchaba la música trataba de estar presente mentalmente en esa movilización y la emoción me invadió. Pienso que es terrible ver como algunos gobiernos tratan de pisotear a su pueblo y manejarlo a través de mentiras y dividiendo a la población entre “ricos” y “pobres”.
Mas fotos en: www.facebook.com/tonatatatour
que lindo!! amiga!! te extraño!! te quiero disfruta!! besote marita
ResponderEliminarGracias amiga!!! Te quiero muuuucho!
ResponderEliminarDisculpen la demora de este comentario, pasa que nosotros tambien salimos de viaje, fuimos a la República de Cordoba,compramos la banderita y la pusimos en el bolsito de viaje,no conseguimos la de San Luis ni la de Las Heras, pero como veran estamos como locos recorriendo el mundo.Lo más importante es que nos hopedamos en el hostel de la vieja loca,la pasamos de diez.
ResponderEliminarRespecto del viaje,sigan disfrutando,y escribiendo que como siempre lo haces tan bonito.muchos besosss
De tanto viajar por el mundo espero que nos encontremos en algún lugar.
Ya me parecia raro que no repondieras. Te perdono solamente porque entiendo que después de haber estado en lo de la Vieja Loca tuvieron que descansar... lo se por experiencia.
ResponderEliminarMuchas gracias por seguirnos! Y sigan viajndo.. por ahi quien te dice nos cruzamos en el camino!