jueves, 28 de junio de 2012

Ecuador, un país chico con riquezas grandes

Montañita

Pasamos la aduana peruana sin antes consultar por el temita de pasar el sellado del papel con el que entramos a Bolivia para el Pasaporte. Un agente del lugar nos dijo que cuando pasáramos a la aduana ecuatoriana nos iban a pasar el sello sin ningún problema.

Cuando llegamos a la aduana de Ecuador hicimos la fila y le comentamos el problema que teníamos al policía y nos dijo que debíamos esperar a hablar con uno de sus compañeros que sabían más del tema. Teniamos que esperar a que pasaran todos los pasajeros del colectivo donde íbamos y nos atenderían. Mientras esperábamos el azafato del bus se nos acercó y nos comentó que tal vez nos hacían esperar porque nos iban a pedir una coima. Nos llamaron a un escritorio escondido detrás de la atención a los viajeros y un policía nos explicó que era muy complicado hacer lo que le pedíamos porque si nos pasaba algo en otro país el iba a ser responsable por habernos firmado la entrada a Ecuador sin la salida de Argentina en el pasaporte y bla, bla, bla… En eso se acerca el azafato y le dice al policía que nos diga cuanto teníamos que pagar para hacerlo y listo. El oficial se hacía el duro y nos seguía explicando que era muy complicado. Nuevamente el azafato insiste con que nos diga cuanto era lo que debíamos pagar y nos deja solos con el oficial. El agente nos dice: “Ahora son ustedes los que me tienen que decir que piensan de todo esto…” Nosotros le respondemos que entendíamos lo difícil que era y cuanto lo comprometíamos pero que estábamos dispuestos a pagarle algo para obtener el sellado del pasaporte. Después de que él hizo el teatro del oficial comprometido y serio y nosotros actuamos el papel de turistas respetuosos pero desesperados pagamos la módica suma de U$S 50 (!) por dejar nuestros pasaportes al día. Si bien fue mucha plata nos salía más barato que tener que volver a la Argentina y hacer todo el camino de vuelta para obtener el sellado correspondiente pero esta vez en el pasaporte.

Subimos últimos al colectivo y llegamos a un impresionante y rosado atardecer en Guayaquil donde tomamos uno de los dos buses que nos llevarían a Montañita. Fueron casi dos horas de viaje y bajamos para tomarnos el segundo micro que demoró unos 45 minutos.  Ya estábamos en Montañita y nos dimos a la tarea de buscar alojamiento, cosa que no demoró mucho ya que encontramos un lindo hostal con habitación sólo para los dos y baño privado a una cuadra de la playa. Al otro día amaneció nublado pero enseguida salió el sol y nos preparamos para ir al mar. El lugar es chico pero está lleno de hoteles y restaurantes que se llenan de argentinos en los meses de Enero y Febrero. Por suerte en la época que llegamos no había mucho turismo y todo era mas tranquilo. El pueblo parece estar preparado para la fiesta, la juventud y el ruido, pero no es lo que estamos buscando en este momento de nuestras vidas. Quizás preferimos algo mas tranquilo para disfrutar de la naturaleza y la buena compañía. La playa es linda y el mar bastante cálido. 

El segundo día nos fuimos para Puerto Lopez a hacer snorkeling y ver peces en el mar. Esperábamos el colectivo y apareció un auto que ofreció llevarnos por solo U$S 0,50 mas que el colectivo y aceptamos. Al llegar nos interceptó un desesperado vendedor que ofrecía el avistaje de las ballenas y snorkelling por un precio muy tentador y a los minutos ya estábamos en el barco. Apenas arrancamos comenzamos a ver unos pájaros de patas azules muy impresionantes. Aunque tardamos un rato largo en comenzar a ver las Ballenas Jorobadas cuando aparecieron en grupo de 6 nos quedamos casi paralizados ante la belleza e inmensidad. Cada 4 minutos salían a superficie para el deleite nuestro y mostraban su cola. La proximidad al barco por momentos era sinceramente escalofriante! Ya habíamos estado en Madryn, cerca de nuestro último hogar, y habiamos podido ver las ballenas australes y su exquisito show con saltos y todo. Creo que por mas veces que veas a estos animales siempre te sorprenden y asombran. El mar estaba un poco picado pero hice fuerza para concentrarme y no descomponerme en el medio del mar. He subido a varios botes y barcos pero no logro superar mi miedo aunque soy valiente porque me subo y lo enfrento hasta el final! Camino a una isla para hacer snorkeling nos siguieron un grupo de como 100 delfines casi todo el trayecto. El agua estaba un poco fría y el día nublado asi que el Tata hizo snorkeling pero yo no me animé.


El tercer día fue pleno de playa, mar y sol pero alquilamos una sombrilla porque no aguantábamos más lo fuerte que pegaba el sol en nuestras pieles blancas de tanto invierno.


Cuenca

Nos costó un poco encontrar hospedaje ya que cuando llegamos fuimos a un hostel recomendado por el dueño de otro hostel que estaba al lado del que estábamos parando nosotros en Montañita. La cuestión es que llegamos y le dijimos al recepcionista: “Venimos de parte del colorado de Mama Cucha de Montañita”. A lo que el respondió: “Ah, si! No tenemos lugar aca pero pueden ir a otro hostel que sale sólo U$S 5 y no está muy lejos”. Partimos hacia el lugar y al llegar nos atendió un chico que casi no hablaba y nos dijo que no había lugar, asi que salimos a recorrer las calles. Finalmente conseguimos alojamiento en un hostel que estaba bastante bien y la zona era bien céntrica en el casco histórico. 

Al día siguiente recorrimos con una mapa los lugares históricos del lugar. Paramos en una fábrica de los famosos sombreros de paja que el parecer no son panameños sino ecuatorianos. Ahí me compré un sombrero hermoso que uso bastante seguido. El Tata aprovechó para ir a una típica barbería a afeitarse la barba y recortarse el bigote. El museo que recorrimos fue increíble y detrás estaban unas ruinas Incas con un vivero y laguna con patos. El lugar era mágicamente hermoso y ordenado, como salido de un cuento de hadas. También habían variadas clases de pericos, pelícanos y águilas pero todas enjauladas lo que no nos gustó mucho. 




Al otro día fuimos a conocer Baños de Cuenca donde hay unos cuantos spas que ofrecen baños de aguas volcánicas, termales y de barro. Nos tentamos con un circuito de spa que incluía baño turco, aguas termales y baños de barro. El día en el lugar escapaba un poco a nuestro presupuesto pero no podíamos dejar de hacerlo, era como una especie de vacaciones dentro del viaje! La verdad es que la pasamos hermoso y nos relajamos muchísimo. Esa misma noche partimos a Quito sin antes pasar por una pizzería donde comimos una de las pizzas mas exquisitas que comimos en nuestras vidas. El pequeño restaurante era de un descendiente de aborigen que había vivido unos 12 años en Alemania asi que todas las comidas eran de fusión de dicho país.
  
Quito

Partimos desde Cuenca como a las 21hs hacia Quito donde nos esperaba mi querida prima por parte de mi familia paterna, Inés. Después de un escalofriante viaje en colectivo, en donde casi nos convertimos en un revuelto de personas por la rapidez con el que el conductor agarraba las curvas del camino, arribamos a Quito a las 5 de la mañana y pensamos que era demasiado temprano para llamar a mi prima y decidimos esperar en la terminal hasta las 6.30hs. Lo que sucedió es que el colectivo llegó antes delo previsto al lugar ya que en Ecuador los buses son una locura! Manejan a toda velocidad pasando autos y camiones por la ruta en lugares imposibles y uno va golpeando contra la ventana o casi cayendo al pasillo. Se hizo la hora acordada y fuimos a buscar un teléfono público para llamar pero increíblemente no había teléfono alguno en el lugar. Salimos de la terminal y le preguntamos a un taxista si nos prestaba su celular y le pagábamos la llamada. Por fin hablé con mi prima y el taxista nos llevó a su casa. Cuando la vi me alegré muchísimo y compartimos un pequeño desayuno antes de que ella se fuera a trabajar. La pareja de mi prima, una simpática y deportista ecuatoriana llamada Daniela, también se iba del departamento a un campeonato de básquet en uno de los hermosos parques de la ciudad. Nosotros aprovechamos a dormir un poco antes de ir a buscar a mi prima a su trabajo para ir a almorzar. Resulta que Inés es una excelente chef que trabaja en una tienda donde venden una mezcla de productos ecuatorianos y argentinos, dado que el dueño del lugar es argentino. Partimos al Parque la Carolina donde estaba jugando Dani; a ella todavía le faltaba un par de partidos asi que nos fuimos a comer a un shopping cerca del lugar. Por la noche salimos los 4 a comer a una zona muy al estilo colonial con callecitas de piedra y casas pintadas de blanco llamada La Ronda. El lugar está lleno de restaurantes que ofrecen mas o menos las mismas comidas y bebidas asi que nos hicieron probar el famoso Canelazo! Es una bebida a base de caña y fruta que se sirve caliente para entrar en calor durante la noche.

Al día siguiente fuimos con mi prima a La Mitad del Mundo. Dani no nos acompañó porque era el día del padre e iba a pasar el día con su familia. Nosotros aprovechamos a saludar a nuestros padres durante la mañana antes de salir. En el lugar fuimos a un museo en donde pudimos observar un poco de la cultura de algunas comunidades indígenas y además hacer algunos trucos que tenían que ver con estar sobre la Línea del Ecuador como por ejemplo parar un huevo arriba de la cabeza de un clavo, caminar con los ojos cerrados por una línea y no poder evitar sentirte descentrado y ver como el agua gira en sentido del reloj y en contra de él dependiendo si está en el hemisferio norte o sur. A la hora del almuerzo fuimos a un lugar donde vendían Cuy pero esta vez no al estilo peruano si no ecuatoriano. Por supuesto que yo no comí pero Inés y el Tata si.





Al siguiente día aprovechamos para recorrer el centro de Quito en un bus turístico y nos quedamos asombrados por la belleza del lugar. Todo el casco histórico es muy colonial y la ciudad se desplaza entre montañas que parecen estar bañadas por casitas de distintos colores que pintan al lugar de alegría. En la Plaza Grande cerca delas 11 de la mañana pudimos ver el cambio de guardia y el desfiles de los granaderos montados en sus hermosos caballos o marchando a pie. Hasta el presidente Correa participa de la ceremonia junto a su comitiva desde un balcón de la casa de gobierno. Es que resulta, para suerte nuestra, que todos los lunes a esa hora se realiza este acto. Fue emocionante ver como la gente vivía este momento con sumo respeto.




Al otro día por la mañana nos preparábamos para ir hacia Baños y no pude dejar de pensar en lo bueno que fue ver a mi prima, nos pasamos casi todo el tiempo riéndonos! Mi tío Luis, papá de mi prima y hermano de mi papá, falleció hace unos 19 años mas o menos y para mi papá fue un golpe demasiado duro y en cierta forma se sintió responsable por el bienestar de la familia de su hermano. Yo vi a mi papá sufrir y preocuparse y me emocioné al saber por boca de mi prima que ellos le tienen un cariño enorme a mi papá y creo que realmente lo valoran mucho. Claro que todo esto no lo me dijo explícitamente ni yo a ella, es que somos un tanto reservadas,  pero pude verlo por medio de algunos comentarios que hizo y uno de los que me va a quedar grabado fue cuando me contó que el día de mi casamiento cuando entraba con mi papá del brazo ella y Juli, otra prima, se miraron y no pudieron evitar emocionarse. Saber que ellas sintieron la misma emoción que sintió con seguridad mi papá en eso momento me llena de ternura porque se lo mucho que mi papá quiere a mis primos.

Baños

En baños estuvimos casi 2 días y disfrutamos de un exquisito paisaje que recorrimos en bicicleta por casi 25 km. La vegetación es abundante y verde, lleno de cascadas por todos lados. Una de las cascadas fue increíble ya que pudimos estar muy cerca y ver la fuerza con que el agua cae hasta chocar con fuerza contra las rocas. Llegamos a un puente y al Tata se le ocurrió hacer bungee jumping. La idea era que mientras el saltaba yo lo filmara, pero era tan fuerte la impresión de verlo saltar y me puse tan nerviosa que justo cuando saltó apagué sin querer la cámara y no pude grabar casi nada! 



La vuelta era en subida pero por suerte pasaban colectivos que por U$S 1 te llevaban la bici en la bodega. Esa misma noche partimos a Lago Agrio para hacer una excursión de 5 días por la Amazonía.  El trayecto en bus hasta el lugar fue estresante, no solo por la velocidad en que iba el colectivo y por como tomaba las curvas, si no por que habían dos pasajeras que se pasaron la noche cantando y gritando y nadie dijo nada. Parecía que yo era la única que se quejaba.

Cuyabeno

Llegamos a Lago Agrio como a las 5 de la mañana y nos tomamos un taxi hasta el hotel donde nos darían el desayuno y después pasarían a buscarnos para el tour a la selva. Cuando bajamos del taxi vimos que la calle estaba llena de botellas y algunos borrachos que habían quedado de la fiesta de la noche por algún festejo del pueblo. Cuando estábamos por apoyar las mochilas en el piso me di cuenta de que no le había pagado al taxista, asi que corrí hacia el auto y me disculpé con el conductor pensando que el tampoco se había dado cuenta. Resulta que el taxista sabía que yo no le había pagado pero simplemente no dijo nada. Como estas situaciones vi varias y creo que los ecuatorianos son un tanto sumisos.

Bueno para no creer que todo es amabilidad y sumisión en Ecuador cuando tocamos el timbre del hotel donde estaba el restaurante que nos daría de desayunar nos atendió un tipo al que le preguntamos si podíamos quedarnos dentro del hotel hasta que el restaurante (del mismo hotel) abriera a las 6 de la mañana y nos dijo que no, que teníamos que esperar afuera. Nos pareció bastante poco hospitalario y tuvimos que esperar a que abrieran. El que abría el negocio era el mismo y con un líquido y un estropajo sin pedir permiso casi nos limpia los pies y las mochilas junto con la vereda del lugar. Eso no fue todo! Estaba esperando con mi mochila a poder entrar y este fulano haciendo de cuenta que no estaba me acorraló con una mesa contra la pared! Ese fue el momento cuando le dije de todo y el nunca respondió nada. Se suponía que nosotros éramos clientes y estábamos esperando ser atendidos pero creo que uno se puede encontrar con toda clase de personas por el mundo!

Desayunando conocimos a 2 italianos y un estadounidense de origen israelí. Sela, el israelí, hacía el tour con la misma empresa que nosotros pero los italianos iban con otra. Como a las 9 de la mañana nos buscó un colectivo para llevarnos a la selva donde nos esperaría un bote para llegar a las cabañas donde nos hospedaríamos. Después de un pequeño almuerzo nos subimos al bote con Sela, el guía y el conductor del bote, los dos se llamaban Guido. Empezamos a andar por el río y el paisaje parecía de película! A los costados todo estaba lleno de vegetación y árboles con lianas y el río era de un color chocolate y muy calmo, apenas con una pequeña corriente. Las mariposas pasaban con brillantes colores por todos lados lo que fascinó a mi mirada porque desde siempre me han encantado estas coloridas criaturitas. Vimos algunas anacondas no muy grandes por el camino y unos pequeños monos que parecía que nos daban la bienvenida desde un árbol muy cercano a la orilla del río. El agua comenzó a cambiar de color a un negro intenso y la vegetación era cada vez mas espesa. Bajamos en un pequeño muelle enredado entre árboles y nos acompañaron a nuestra cabaña. Eran pequeñas casitas de madera con techo de palma, arriba de la cama matrimonial colgaba una tela mosquitera para los insectos que la cubría en forma de campana. El baño estaba muy bien y lo más importante era que tenía agua caliente. El lugar no tenía electricidad asi que cada habitación tenía velas lo que lo hacía más lindo! Esa misma noche cuando entramos en la habitación conocimos a nuestra nueva compañera de viaje, una tarántula que nos acompañó por 2 días. Preguntamos en el lugar si eran venenosas pero nos dijeron que no y que si no la molestábamos no iba a hacernos nada. Decidimos dejarla tranquila y convivir con ella.





En los siguientes días pudimos ver más tarántulas, delfines rosados, monos, caimanes, pescar pirañas, avistar diferentes y raras especies de pájaros y conocer extraños insectos que invaden la noche.






Una noche Sela nos llamó emocionados a su habitación y nos hizo entrar al baño. Cuando vimos dentro del inodoro había una simpática rana que nos miraba con ojos asustados.

Pudimos visitar una comunidad aborigen y nos recibió un increíble mono llamado Nacho  que no dejó en paz ni un minuto al pobre de Sela. A mi se me pegó un monito muy chiquitito como una rata que hizo prácticamente nido en mi cabeza. Pero parece que no es al único animal que le gusta mi cabeza por que una noche durante la cena apareció una ranita que saltaba por todos lados y por supuesto que fue a parar a mi cabeza.


Ambos Guidos, el guía y el conductor del bote, eran muy amigables y simpáticos y siempre se reían porque nosotros le decíamos “caza gringas”. Lo que sucede es que en Ecuador hemos visto muchas parejas de flaquitos, bajitos y morenos hombres ecuatorianos con gigantescas, rubias y blancas mujeres. Parece que esta mezcla funciona bien! De hecho nuestro guía estaba de novio con una alemana.

El día que nos íbamos de la jungla llovió bastante y me sentía algo triste por dejar ese increíble lugar. Al llegar otra vez a Lago Agrio decidimos esperar hasta el otro día para tomarnos un colectivo que nos llevaría hasta la frontera con Colombia ya que nos habían dicho que la ruta estaba en mal estado y viajar de noche era más peligroso. Salimos a las 5.30 hs y nos fuimos metiendo por una ruta que en realidad no estaba tan mal y el paisaje fue alucinante. Parecía que salían cascadas por donde miraras y las montañas estaban llenas de platas, palmas y árboles. Finalmente el viaje resultó mucho mejor de lo que esperábamos…


CONTINUARÁ... EN COLOMBIA...

Mas fotos en: www.facebook.com/tonatatatour
Leer el post completo >>

martes, 12 de junio de 2012

Perú, las sensaciones hechas país


Cusco, Aguas Calientes y El Machu Picchu

Llegamos a la aduana de Perú y nos dimos  cuenta de que nunca nos iban a sellar el pasaporte ya que salimos de Argentina con el DNI. Esto complica un poco las cosas porque llevar un papelito chico como constancia de entrada y salida de un país corre peligro de pérdida y además creemos que en EE. UU y Europa no nos va a servir para el ingreso. Pensamos un poco los dos y quedamos en que cuando estuviéramos en Lima iríamos a la embajada a preguntar que se puede hacer.

Dejamos Bolivia y a la mañana siguiente estábamos en Cusco. El hostal donde nos hospedábamos quedaba subiendo por una callecita de piedra muy al estilo colonial rodeada de construcciones del mismo tipo. La subida era impresionante y nos dio miedo de que el taxi donde íbamos no subiera. La habitación estaba genial! Pisos de madera, cama matrimonial, techo con vigas de madera, baño privado y hasta un espejo de cuerpo completo! Ya hacía bastante que no me veía en uno de esos.

Quedamos con Mariale y Diego en encontrarnos más tarde, cerca del mediodía para recorrer la  ciudad y mientras aprovechamos para bañarnos y dormir un rato. La ducha era la lujuria hecha ducha! La disfruté mucho y después de eso ya estábamos listos para ver con que nos sorprendía Cusco.

Comenzamos a caminar por las callejuelas e inmediatamente nos quedamos admirados por la belleza de las casas, la simplicidad de las calles y la armonía del lugar. Entramos en una pastelería atendida por su dueña. El olor del lugar me es indescriptible, era tan increíblemente rico! Me daba la sensación de que todos los ingredientes usados en las tortas y pasteles que se hacían ahí eran exquisitamente naturales. Pedimos una tarta de manzana y un lemon pie. Las dos cosas eran el placer hechas tartas.

Seguimos rumbo a la Plaza de Armas y pasamos por una galería de arte. Entramos y nos atendió el dueño: Luis Aguayo, que resultó ser famoso en el lugar por hacer tallados de detalles milimétricos en madera de los paisajes de Cusco, verdaderas obras maestras. Se mostró muy atento con nosotros y nos presentó a su esposa que también era artista. Ella hacía unos cuadros bellísimos. Estuvimos los cuatro charlando con ellos por un largo rato y nos sacamos fotos con la cámara de Aguayo y con las nuestras también.

Ya estábamos cerca de la plaza y cuando por fin pudimos verla nos quedamos maravillados como alguien que ve un tesoro por primera vez. El lugar es mágico y te inspira completas ganas de quedarte a vivir en el lugar. La plaza es grandísima y los edificios de alrededor impecablemente bellos.

Después de almorzar salimos a caminar y enseguida fuimos atrapados por un olor abundante a chocolate. Fuimos siguiendo ese olor y llegamos a una tienda como salida de un cuento de hadas. Todo era tonos pasteles y la gente que trabajaba estaba vestida impecablemente de blanco, rosa y lila. El que servía el café llevaba puesta una pequeña gorra blanca y hacia alarde de una ceremonia de desgustación y calibre de la cafetera. El brownie de chocolate con helado que pedimos era el postre hecho paraíso.

Por la tarde fuimos a averiguar cual era la mejor y más económica forma de llegar a Machu Picchu. Después de recorrer varios lugares decidimos que la mejor opción era tomarnos una minivan hasta Ollantaytambo que contratamos con una señora de un local comercial llamada Rina. Ella también nos sacó la entrada a Machu Picchu y reservó el hotel en Aguas Calientes, la ciudad que se encuentra al pie del Machu Picchu. Después de Ollantaytambo tomaríamos otro bus hasta el Km 82 y de ahí caminaríamos 30km hasta Aguas Calientes. Quedamos con Rina que nos pasaba a buscar por el hotel a las 6 de la mañana.

Los cuatro estuvimos en horario en la puerta del hostal pero Rina no aparecía, asi que llamamos dos veces y ella nos contestaba: “Ya estoy llegando…” Finalmente nos subimos a nuestro esperado transporte una media hora mas tarde y llegamos al pueblo como a las 7 de la mañana. Nos bajamos y tomamos el desayuno en el lugar. Justo en el pueblo estaban de fiesta asi que pudimos ver a la gente caminando por las calles vestidas con diferentes trajes típicos. Algunos llevaban puestas unas máscaras hechas de lana con finos bigotes dibujados. Resulta que estas máscaras eran copias de algunas que habían traído los españoles y los aborígenes replicaron en lana. Las calles estaban llenas de colores hermosos y l iglesia principal que daba a la plaza era una mezcla singular de lo pagano y de lo católico. La puesta de entrada estaba cubierta de panes y frutas como ofrendas y por dentro todo era decoración católica. Es interesante ver por un lado como todavía llevan con dolor la marca que dejó en sus pueblos la invasión española, por el otro lado como la religión que trajeron los españoles sigue calando fuerte y como aún se mezcla con ritos y tradiciones Incas.

Al costado de la plaza estaba la estación de transporte que nos llevaría hasta el Km 82. Eran un estilo de Combi que llevaba una cantidad de pasajeros insospechada por el ojo de la persona que lo viera desde afuera. El pasaje fue barato y al cabo de media hora estábamos listos para emprender la caminata. La idea era ir bordeando las vías del tren pero no teníamos que ser vistos por los policías de la estación donde comenzaba la caminata porque está prohibido caminar cerca de las vías.  Tratamos de encontrar el camino escondiéndonos de la policía pero no lo encontrábamos. El Tata dijo que sigamos un camino que iba por arriba de las vías y que viéramos para donde iba. Apenas empezamos a subir nos encontramos con gente del lugar que muy amablemente nos dijo que estábamos en la ruta correcta y como teníamos que seguir. A lo pocos minutos de caminata nos fuimos topando con algunas ruinas Incas que disfrutamos de poder ver a solas.


Fueron unas 7 horas caminando por las vías y por caminos alternativos. Las veces que íbamos por las vías nos daba un poco de miedo no sentir cuando el tren pasara y no tener tiempo de encontrar algún lugar seguro para esperar a seguir caminando. También tuvimos que pasar por vario túneles y correr de un extremo al otro por si se aproximaba el tren. El paisaje pasó de lo agreste a lo selvático. Fuimos caminando y disfrutando del cambio extremo del paisaje, de la majestuosidad del río que nos acompañó toda la caminata y del silencio extenso que se producía cuando todos nos empezábamos a cansar.

Sentía que mis piernas y pies ya no los sentía de tanto que me dolían. Todos no preguntábamos cuanto faltaría para llegar. Diego siempre mantuvo la delantera y nos alentaba a seguir, Mariale y yo nos reímos de cualquier cosa pero por el cansancio que teníamos y el Tata se quedó atrás mio como una forma de empujarme a seguir. Finalmente llegamos a la ciudad y después de bañarnos y comer Mariale nos convidó una pastillita relajante para dormir bien y que al otro día no nos doliera nada.




Como a las 5.30 de la mañana ya está vamos haciendo fila para subir al colectivo al Machu Picchu para ver el amanecer. Evitamos la subida de dos horas caminando ya que estábamos muy cansados. Cuando llegamos trepamos por unas escaleras que nos llevaba a lo mas alto del lugar para poder apreciar el amanecer. Mariale y Diego se quedaron un poco mas abajo y nosotros subimos hasta un lugar donde había sólo un señor tomando fotos, cosa que fue un milagro ya que el lugar estaba repleto de turistas.  Nos acomodamos y esperamos a ver como el sol iluminaba el lugar. Despuntando desde una de las montañas a la derecha los rayos del sol fueron iluminando poco a poco esa ciudad tan bellamente construida. Todo quedó brillante, al menos ante mis ojos, y bajamos para esperar al guía para recorrer completo el Machu Picchu.



Terminamos con el guía y nos pareció momento de partir hacia abajo en colectivo puesto que teníamos que caminar 2 horas más para llegar hasta la Hidroeléctrica donde nos tomaríamos un transporte hasta Cusco. Después de almorzar unos sándwiches emprendimos la caminata nuevamente por la vía del tren. La caminata fue entretenida y mucho mas corta que la del día anterior. Diego y el Tata se adelantaron y aprovecharon para charlar un poco y nosotras hicimos lo mismo un poco más atrás.

Al llegar a la Hidroeléctrica tuvimos suerte de encontrar justo una minivan que iba a Cusco sin escalas. Pagamos 30 Soles y nos subimos todos a lo que iba a convertirse en el infierno hecho viaje! El Tata se subió adelante, Mariale y yo en los asientos de atrás y Diego a unos dos asientos de nosotras. El principio del camino fue de tierra y de un solo carril pero los vehículos circulaban en las dos direcciones. De un lado del camino había un precipicio y del otro estaba la montaña. El maniático que iba al volante parecía que corría un Rally y en las curvas tocaba bocina por si alguien venía de la otra mano sin siquiera frenar. Con Mariale nos mirábamos horrorizadas. La ruta cambió a pavimento de dos carriles pero el conductor iba tan fuerte y las curvas eran tan pronunciadas que no demoré ni medio segundo en descomponerme. El freno en las curvas parecía no existir y adelantarse a otro auto en el medio de una era perfectamente normal. Al cabo de 8 horas la pesadilla terminó y nos alegramos de estar vivos.

Los días siguientes recorrimos lugares y arquitecturas Incas dentro y fuera de la ciudad de Cusco. Vimos construcciones complejas e increíbles hechas de enormes piedras de 6 toneladas traídas de montañas lejanas y otra vez, al igual que me pasó en Egipto, no pude entender y creer en la explicación de como lo habían logrado. Es que no creo que sea tan sencillo de poner una piedra de 6 toneladas y hacerla rodar cuesta abajo con unos cilindros para después subirla por una empinada subida y ni hablar de colocarlas una arriba de la otra. No es que crea que los extaterrestes lo hicieron, como muchos creen, pero si que hay una forma que nosotros no la podemos entender porque hemos ido perdiendo algunas capacidades.



Al final de las excursiones visitamos una iglesia del 1500 que se había construido sobre bases Incas. La Iglesia es una de las más bellas que haya visto y la mayoría de las pinturas estaban hechas por los mismo Incas a quienes se les enseñaba a pintar. El techo estaba lleno de vigas de madera pintadas con flores en distintos colores. Pasamos a una habitación donde aún se realizan bautizos y el guía nos contó que en ese mismo lugar la gente deja ofrendas a la Pachamama y generalmente son 3 hojitas de coca en el piso del lugar. En ese mismo momento no pude evitar emocionarme pensando en todo el sometimiento sufrido y pese a todo la gente tiene el sensible y dulce gesto de dejar a la Pachamama su ofrenda en el piso de una imponente iglesia. Saliendo de la iglesia pasamos a ver como la gente del pueblo realiza los tejidos artesanales. Por lo que nos contaron un grupo de 12 familias se dedican a fabricar estos tejidos y realizan visitas turísticas para que los extranjeros conozcan la técnica. Una chica de cabellos largos, hermosos y negros, vestida con ropas típicas aborigen nos comienza a explicar: Primero lava la lana sucia con raspadura de una raíz que es un detergente natural y la lana queda más que blanca, después empieza a mostrar los pigmentos que usa y son todos naturales (hierbas, verduras, etc). En un momento nos muestra con que elemento dan las tonalidades rojas y saca un parásito de un cactus y dice que lo va a sacrificar y con un dedo lo aplasta y mágicamente se trasforma en una explosión de una pasta roja intensa en la palma de su mano. Todos nos quedamos sorprendido, yo en muchos momentos me di cuenta de que estaba mirando con la boca abierta y tuve que cerrarla, como si estuviera hipnotizada por lo que hacían. En ese momento me di cuenta que hay cosas que nos sorprenden como si fuera magia y en realidad son las cosas más básicas y naturales que existen desde hace miles de años. Entonces también me puse a pensar si la manera en que las grandes civilizaciones han construido sus templos y edificios no será otra cosa natural que en nuestros tiempos parecen mágicas e imposibles de realizar.



Nuestro penúltimo día en Cusco fue algo angustiante ya que después de almorzar tuvimos que despedirnos de Diego y Mariale que regresaban a su querido Montevideo en Uruguay. Durante la mañana intercambiamos algunos regalos. Ellos nos dieron una gorra de Australia con el cangurito y todo para que no perdiéramos el rumbo y un llavero en forma de llamita forrada en lana. Yo saqué de mi mochila uno de mis tantos amuletos que guardo conmigo y se los entregué para que ellos se encarguen de él. Son algunas cosas sin valor material que tienen una historia particular y que van y vienen de mis manos. A veces las creo perdidas y en algún momento vuelven escondidas en lugares insólitos. Con el tiempo he aprendido que esos objetos no son míos y que debo hacerlos andar. La única consigna es que el que las reciba como regalo jamás debe saber cual es la historia del objeto ni de donde vienen. La despedida fue en la plaza principal de Armas nos abrazamos fuerte y después nos fuimos alejando dandonós vuelta de vez en cuando para volver a saludarnos con las manos. Sentía que el corazón se me partía aunque creo que me voy acostumbrando a las despedidas y transformando a las personas que conozco y quiero como parte de mi gran mundo de perlas a las cuales atesoro en el cofre de mi corazón.

Lima

Al otro día nos tocaba partir hacia Lima asi que llamamos a un taxi para que nos pasara a buscar por el hostal hacia la terminal. El problema fue que ese día Cusco celebraba unas fiestas regionales y las calles y plazas estaban llenas de gente y para colmo Perú jugaba eliminatorias de fútbol. El taxi demoró mas de media hora y ya se hacía tarde asi que salimos a la calle a tomar un auto. Caminamos unas largas cuadras y al fin alcanzamos un taxi que frenó. Llegamos justo a tiempo para subir al colectivo. La seguridad en Perú es bastante estricta y cuando vas subiendo al bus te filman y una ves arriba pasan asiento por asiento con una cámara para que quede registro de todos los pasajeros. En el micro nos encontramos con Owen, un noruego que había viajado con nosotros desde el Salar de Uyuni hasta Sucre, y nos alegramos mucho al verlo en el mismo colectivo!

El servicio y las comodidades del bus eran increíbles pero apenas arrancó el viaje me descompuse y nunca supe por qué. Fueron casi 21 horas de viaje y cuando bajamos en Lima mi cabeza parecía que iba a explotar. Por suerte ya estábamos a nivel del mar y habíamos dejado atrás la altura y con ella la falta de aire. Enseguida nos pusimos en contacto con Juan Pablo, un amigo de Ivo que es uno de los mejores amigos del Tata, y fuimos derecho para su oficina en Barranco. Al llegar nos convidó con unas cervezas y después partimos a almorzar. Barranco resultó ser una zona hermosa de Lima, construida arriba de un acantilado con verdes y frondosas platas con una vista fabulosa al mar. El lugar es tranquilo y las construcciones se mezclan entre los edificios modernos y casas de principios de siglo. El almuerzo fue el placer hecho comida! Los camarones y pulpos junto con el Tacu Tacu nos deleitaron el paladar. Después fuimos hasta el hostel que nos había recomendado Juan Pablo y ahí nos quedamos.

Al día siguiente por la mañana fuimos hasta la embajada de Argentina, al consulado y a migraciones para averiguar como podíamos hacer para que nos empezaran a sellar el pasaporte pero al parecer la solución era pedir en la frontera Ecuatoriana el traspaso de sello. Por la tarde fuimos para Miraflores que es muy similar a Barranco sólo que hay mucho más movimiento y construcciones. 





Ésos días en Lima fueron un tanto complicados para nosotros porque de un momento para otro nos empezamos a llevar mal y a no entendernos. Una mañana tuvimos que frenar el ritmo y ponernos a charlar que nos estaba pasando porque realmente somos muy compañeros y amigos el uno del otro y hacía unos días que eso ya no se notaba. Finalmente pudimos entendernos y hasta ver cosas que venían pasando de hace mucho y que por no estar tanto tiempo juntos (las 24 horas del día) no lo habíamos notado y ahora que compartíamos mucho más molestaban.

La última tarde Lima salimos con Juan Pablo a tomar algo y nos llevó a una vinoteca que había abierto hace poco un peruano que anduvo viajando y viviendo mucho por Argentina junto con su esposa venezolana. Los dos fueron muy amables con nosotros y nos hicieron probar distintos panes y quesos. La cuestión es que nos tomamos unas 7 botellas de vino entre los 3 y yo ya no daba más de la borrachera que tenía! Nos acostamos temprano pero al otro día fue difícil levantarse para tomar el colectivo de 26 horas hasta Ecuador...

Mas fotos en: www.facebook.com/tonatatatour
Leer el post completo >>